La Comida y los estados de ánimo

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  1. rosanbas
     
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    Sección Emociones Alimentación y Stress
    Una alimentación inadecuada puede agravar la ansiedad.

    La ansiedad es un estado emocional en el que la persona tiene sentimientos de angustia, desesperanza y de vacío interno.

    Se trata de un trastorno que empieza afectando a la mente pero que también puede tener repercusión sobre diversos órganos del cuerpo, pudiendo llegar a producir: taquicardia, dolor estomacal, diarreas, etc.

    Situaciones que contribuyen a agravar esta situación:

    Dietas desequilibradas en las que se produce una ingesta insuficiente de hidratos de carbono, vitaminas y sales minerales, nutrientes todos ellos necesarios para el buen funcionamiento del sistema nervioso.
    Horarios anárquicos de comidas; realizar sólo 2-3 comidas/día muy distanciadas entre sí…
    Consumo habitual de bebidas alcohólicas o estimulantes y tabaco. No hay que olvidar que todo tóxico deteriora en mayor o menor medida el sistema nervioso.
    Falta de descanso
    Pautas para modificar el comportamiento alimentario en caso de ansiedad:

    Distinguir entre sensación de ansiedad y hambre.
    Respetar los horarios (no saltarse ninguna comida). Conviene retrasar el acto de comer unos minutos a partir del momento en el que se experimentan las primeras sensaciones de hambre.
    Comer sentado en la mesa, de un modo tranquilo y ordenado (sin mezclar platos).
    Retirar la fuente de la mesa después de servirse.
    Acostumbrarse a dejar siempre algo en el plato, no comer "lo que sobra".
    Levantarse de la mesa en el momento en que se ha terminado de comer.
    Planificar los menús con tiempo para poder prepararlos adecuadamente.
    Hacer la compra con una lista evitando "lo prohibido"; llevar dinero justo.
    No comprar ni cocinar cuando se tiene hambre. Por ej: preparar la cena, después de la comida…
    Preparar una lista de actividades que sean incompatibles con comer fuera de hora. Realizar esas actividades cuando se sienta ansioso por comer.
    Aprender a relajarse para evitar tensiones que crean primero ansiedad y conducen luego a la sobreingesta.

    La ansiedad: un mecanismo normal

    La ansiedad es un fenómeno que se da en todas las personas y que, bajo condiciones normales, mejora el rendimiento y la adaptación al medio social, laboral, o académico. Tiene la importante función de movilizarnos frente a situaciones amenazantes o preocupantes, de forma que hagamos lo necesario para evitar el riesgo, neutralizarlo, asumirlo o afrontarlo adecuadamente. Por ejemplo, nos ayuda a estudiar si estamos frente a un examen, estar alerta ante una cita o una entrevista de trabajo, huir ante un incendio, etc.

    Sin embargo, cuando sobrepasa determinados límites, la ansiedad se convierte en un problema de salud, impide el bienestar, e interfiere notablemente en las actividades sociales, laborales, o intelectuales. Puede limitar la libertad de movimientos y opciones personales. En estos casos no estamos ante un simple problemas de "nervios", sino ante una alteración. Existen varios tipos de trastornos por ansiedad cada uno con sus características propias.

    Se calcula que entre un 15% y un 20% de la población padece, o padecerá a lo largo de su vida, problemas relacionadas con la ansiedad con una importancia suficiente como para requerir tratamiento. La mejora espontánea (es decir sin consulta ni tratamiento) de los problemas por ansiedad es improbable. Sólo se produce en muy pocos casos. En la mayoría de los casos la ansiedad tiende a mantenerse, e incluso a extenderse y generalizarse. Tratar de sobreponerse a base de fuerza de voluntad, como piensan algunas personas, no es efectivo. Querer que los síntomas desaparezcan no da resultado, no es suficiente. Lo más conveniente es tratarse lo antes posible. La gran mayoría de los casos mejoran siguiendo el tratamiento adecuado.

    Más allá de los llamados trastornos por ansiedad (pánico, agorafobia, fobia social, obsesiones, ansiedad generalizada, etc), la ansiedad es, además, un componente importante de otros problemas: problemas de alimentación, problemas sexuales, problemas de relación personal, dificultades de rendimiento intelectual, molestias físicas de origen psicosomático, etc.

    Las manifestaciones sintomatológicas de la ansiedad son muy variadas y pueden clasificarse en diferentes grupos:

    Físicos: Taquicardia, palpitaciones, opresión en el pecho, falta de aire, temblores, sudoración, molestias digestivas, náuseas, vómitos, "nudo" en el estómago, alteraciones de la alimentación, tensión y rigidez muscular, cansancio, hormigueo, sensación de mereo e inestabilidad. Si la activación neurofisiológica es muy alta pueden aperecer alteraciones del sueño, la alimentación y la respuesta sexual.
    Psicológicos: Inquietud, agobio, sensación de amenaza o peligro, ganas de huir o atacar, inseguridad, sensación de vacío, sensación de extrañeza o despersonalización, temor a perder el control, recelos, sospechas, incertidumbre, dificultad para tomar decisiones. En casos más extremos, temor la muerte, la locura, o el suicidio.
    De conducta: Estado de alerta e hipervigilancia, bloqueos, torpeza o dificultad para actuar, impulsividad, inquietud motora, dificultad para estarse quieto y en reposo. Estos síntomas vienen acompañados de cambios en la expresividad corporal y el lenguaje corporal: posturas cerradas, rigidez, movimientos torpes de manos y brazos tensión de las mádíbulas, cambios en la voz, expresión facial de asombro, duda o crispación, etc.
    Intelectuales o cognitivos: Difucultades de atención, concentración y memoria, aumento de los despistes y
     
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0 replies since 29/1/2008, 10:13   462 views
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