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"Los obesos somos una diana móvil a la que todos disparan"
Natalia Sarrión | 7/09/2009 - 14:45
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Una mujer enferma de obesidad.
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La obesidad infantil
"El obeso no habla". Con esta frase, Isabel Castelnou, Presidenta de la Asociación Global de Obesos (AGO) y propietaria de la página web Obesos.org -lanzada en 2001 como primera página web dedicada al apoyo de dicho colectivo-, resume la compleja situación de discriminación e inferioridad que desde hace años sufre este colectivo. Una situación provocada por la propia ignorancia de las personas, por una falta de conciencia ciudadana, que ven en la obesidad no una enfermedad, sino una discapacidad.
Los estudios y estadísticas sobre obesidad no ayudan a eliminar este tipo de actitudes, a pesar de ser muy beneficiosos para el desarrollo y mejora de la enfermedad, desde una perspectiva médica, el hecho de encontrar cada dos por tres publicaciones relacionadas con este tema, puede acrecentar la llama de la discriminación, que se le preste más atención y que, en cierto modo, se potencie en los sectores más radicales de la sociedad.
"Hay estudios que lo único que hacen es emborronar más la imagen del obeso. Sobre el impacto que produce la mirada que recibimos los obesos, sobre el ir a una biblioteca y no encontrar una silla...de eso nadie hace un estudio", denuncia Castelnou. Estudios que, por otra parte, coinciden en que el 15,6% de la población española sufre esta enfermedad que no necesariamente va vinculada al hecho de comer más.
Estas declaraciones no hacen más que afirmar la evidencia: el problema es de la sociedad, que ha inculcado la ausencia de tolerancia y respeto al 'diferente', si es que se les puede definir así. Un problema que se está transformando en obsesión por parte de los que gozan de buena salud física, algo que, parece ser, les anima a criticar a los que no la tienen. Es, ante todo, discriminación gratuita y sin fundamento.
Sin voz ni voto
El mundo moderno, las modas y la publicidad ha traído consigo el gusto de las personas por cuidar su imagen, lo cual nadie dice que sea negativo pero, a su vez, puede que esté favoreciendo dichas actitudes hacia los obesos, hacia personas que sobra definir como igual de capaces, válidos y responsables. Pero no perdemos nada recordándolo.
En este sentido, se suele asociar inconscientemente la obesidad con cualidades tales como lentitud laboral o vaguería. Y, en realidad, los verdaderos afectados no se identifican con ninguno de esos estereotipos. Es más, muchos como Isabel Castelnou han aprendido a convivir con su enfermedad, la combaten y han pasado página, lo que no entienden es por qué si ellos lo han hecho, no lo hace también el resto.
Castelnou denuncia que "existen miles de factores y de causas de la obesidad. Después de 10 años de lucha de la AGO, estamos viendo un cambio, estamos consiguiendo tener una identidad propia. Antes se acoplaba nuestra enfermedad a otras, como la diabetes o el asma".
Asimismo, considera que "la obesidad se está convirtiendo en una rueda de millones para las clínicas, que promueven las operaciones cuando, en realidad, puede que yo no sea operable por intolerancia a la anestesia, por ejemplo", continúa.
¿Llegamos así a la conclusión de que la sociedad en lugar de ofrecer oportunidades, las quita? No me arriesgo a hacer tal afirmación de forma contundente, pero sólo hay que echar un vistazo a nuestro alrededor. A los obesos no se les permite demostrar su valía -como se hace con cualquier otro individuo- ni que, a través de ella, aporten productividad, conocimientos y trabajo al conglomerado social. En lugar de eso, se les empuja a la marginación por algo tan ridículo como su apariencia física. He aquí la paradoja... ¿no que las apariencias engañaban? ¿En qué quedamos?
Emotivas reuniones
El fenómeno 'gordismo' ha desbancado al racismo o a la homofobia a nivel de rechazo y ocupa la primera posición en el ranking de discriminación social tolerada. Está de moda y con eso basta, esa es la perfecta excusa. "Los obesos somos una diana móvil a la que todos disparan", sentencia Castelnou.
Las ayudas no les llueven del cielo, pero aun así, rendirse no es una opción y la AGO se saca las castañas del fuego por su cuenta, pocas son las facilidades que encuentra por parte de la administración pública, pocas ayudas y muchos obstáculos, según asegura la presidenta de la AGO.
Precisamente por esto, la asociación organiza encuentros nacionales una vez al año en los que reúne a cientos de personas que paceden obesidad, en cualquiera de sus formas. Por supuesto, lo paga de su bolsillo. "Cada año en una provincia distinta, es una experiencia muy emotiva a nivel de sentimientos y humanidad", dice Castelnou.
Rechazo en los seguros privados, maltratos en tiendas, en ofertas de trabajo, falta de asientos en autobuses, trenes o aviones -donde tienen que pagar suplementos-, problemas con los seguros de salud, falta de materiales en hospitales... son sólo algunos de los obstáculos con los que convive este colectivo día tras día. "Ni siquiera hay ataúdes preparados para nosotros" denuncia Castelnou.
Pelea sin pausa
Resulta difícil ser optimista ante este panorama. No obstante, la AGO será la última en tirar la toalla. Al menos Castelnou, propietaria de la página web Obesos.org promete: "seguiré batallando desde mi rincón".
Mientras toda esta batalla por la igualdad continúa, la obesidad ha llegado hasta el cine. Hoy se presenta Gordos, una película dirigida por Daniel Sánchez Arévalo en la Mostra de Venecia. Castelnou espera que sea "humana y objetiva", no descarta ir a verla, pero asegura que "yo sé como me miran cuando voy por la calle, no hace falta que me lo expliquen".
¿Ayudará esta iniciativa cinematográfica a disipar esta tendencia discriminatoria o, por el contrario, echará más leña al fuego? Como en todo, podríamos especular, pero el tiempo es el que manda y la sociedad la que tiene la respuesta en su mano.
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